El ruido constante de palabras que salen de bocas cargadas de olvido, cuánto cuesta, cuánto vale, ¿tiene descuento? solo se estrellan en el aire con, cuesta tanto, lleve aquello, aproveche la gran oferta, y la tan pronunciada, es de buena calidad, garantizado.
Bolsillos que se desinflan, supuestas necesidades que se satisfacen, sonrisas que se evaporan a medida que la emoción de compra disminuye, silencio cada vez más ausente, compra y demanda, créditos, débitos, alza de los valores del mercado, caída de corazones y sueños, tiempos perdidos en transacciones triviales, cosificación del hombre, deshumanización del ser.
ALBERTO BARRAGÁN